Exposición 'LA GUERRA' por Idoia Montón en el Espai M. Inauguración 21/04
De Viernes, 21 Abril, 2017 - 19:00 hasta Jueves, 11 Mayo, 2017 - 20:00
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Idoia Montón, pintora basca resident a La Escocesa, inaugura LA GUERRA el proper 21 de abril a l'Espai M

 

 Dedicada a Sarah Esponey, en su memoria, por su rebeldía

Ajoblanco recomienda en su blog

LA GUERRA por Idoia Montón

 
“El arte es al mismo tiempo la pesadilla de los tiranos y su herramienta más poderosa”

Alan Moore

Las obras de esta exposición son producto de la libertad, el deseo y la necesidad. Pinto para saber ubicarme en una realidad que no comprendo.

Sitúo mis trabajos en una zona nada normativa, desde la que una construcción pictórica produce simultáneamente una investigación. Dos valores antagónicos convergen en la obra, la idea, todavía abstracta que la forma va a definir. Y dos direcciones de trabajo: Comenzando con ideas que necesito definir y expresar, paralelamente o entrecruzándose, con formas que deseo manipular. La presión del esfuerzo por llegar a la idea se libera en el proceso que genera la manipulación de la forma. La aleatoriedad de la forma se conjuga con la fuerza, la lucha y la dirección generadas por la idea.

Poco a poco va apareciendo un mundo unitario, además de representaciones con ideas que creía no haber llegado a interiorizar.

Cuando en la pintura prehistórica levantina se pintan escenas de caza, por poner un ejemplo, se está representando un objetivo deseado, adelantando el pensamiento de la acción a la acción misma, en una suerte de ritual de autoafirmación. Esta idea me interesa mucho, pues a través de ella la pintura puede ayudar a construir nuevas realidades.

A través de imágenes complejas en las que los elementos que intervengan en su composición nos permitan reflexionar en una especie de tesis filosófica no racional sobre el mundo, la realidad social, el tiempo contemporáneo…

En mi trabajo, el azar participa de forma importante, pero van apareciendo las respuestas, establecidas por la forma, como en una especie de ritual u oráculo… En el ritual se somete la atención a los valores que uno elige, evidentemente subjetivos. Quien se concentra de tal manera, sabe que hay elementos exteriores que intervienen en el proceso.

“¿No podría una reafirmación de lo mágico como arte proporcionar esa inspiración, esa visión y esa sustancia que están tan manifiestamente ausentes del mundo artístico de hoy en día? ¿Acaso esa infusión de alma no permitiría al arte estar a la altura de su propósito, de su misión, e insistir en que la voz humana interior y subjetiva se oyera en la cultura, se oyera en el gobierno, se oyera en los sucios escenarios de Gran Guiñol del mundo?”
“Si quisiéramos, podríamos permitir que nuestro arte desplegara una vez más sus alas sagradas de escarabajo psicodélico sobre la sociedad, y tal vez eso haría que descendiera algo de luz o de gracia sobre este organismo angustiado y sumido en la ignorancia”
Alan Moore

Se trata también de tomarnos el tiempo para ver, una actitud diferente para una manera no normativa de mirar.
Imágenes que funcionen como formas de antipoder. Las que intuyo como producto social, como antagonismo político o como desobediencia feminista.

 “Consciente de que el lugar de la pintura es el más saturado de las artes visuales y de que, para que hoy su práctica siga teniendo sentido, el reto está en hacer de ella una forma de expresión contemporáneamente válida, Idoia Montón vuelca en el  proceso creativo las pulsiones, asuntos y compromisos que la interpelan, turban y sacuden en el momento de abordar las imágenes. Estas afloran como obsesión, como necesidad no racionalizada, porque es al trabajarlas cuando comienza a seguir su rastro y a entenderlas. Las decisiones son en esta fase de tipo formal y existe la voluntad de no vincularlas a una noción de estilo personal. De este modo, la obra es producto de su propio desarrollo y este el que va indicándole el camino, en tanto la acción reflexiva y analítica acontece posteriormente y surge más avanzado el proceso.”
Rosa Queralt
 
“El trabajo de I. Montón me ayuda a interactuar con la proliferación de presentes en que se ha convertido nuestra cognición, me aísla, efectivamente, de la pantalla total de la comunicabilidad del capitalismo en su fase de genocidio financiero, me lleva a una zona inestable donde puedo inhibirme de la inmediatez: esa gran norma conducta.”
Javier Peñafiel

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Inauguración viernes 21 de abril de 19:00 a 00:00h
 
Instalación en la escalera del Espai M de Juan Francisco Segura, http://www.juanfranciscosegura.com/
Conciertos:
 
Horarios 
viernes 21 de 19 a 00h
sábado 22 y 29 de 18 a 21h
domingo 23 de 17 a 20h
viernes 28 de 17 a 20h
domingo 30 de 11 a 14h
O concertar cita previa a +34680682709
Espai M - La Escocesa- Pere IV, 345. 08020. 
<M> L4 Selva de Mar - <M> L2 Bac de Roda
 
+ informació:
 
Amb la col·laboració de Moritz
 

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¡la guerra!
por Tiqqun

Textos extraídos de la web, http://tiqqunim.blogspot.com.es/p/primer.html

…De ahí, la guerra.

El enemigo no tiene la inteligencia de las palabras, el enemigo las pisotea. Las palabras anhelan su lugar.
La felicidad nunca ha sido sinónimo de paz. Es preciso hacerse una idea ofensiva de la felicidad.
La sensibilidad ha sido durante mucho tiempo una mera disposición pasiva al sufrimiento, ahora tiene que volverse el medio mismo del combate. Arte de redirigir el sufrimiento en fuerza.
La libertad no tiene nada que ver con la paciencia, más bien es la práctica en acto de la historia. Inversamente, las “liberaciones” no son más que el opio de los malos esclavos. La crítica nace de la libertad, y le da a luz.
Los hombres están más seguros de liberarse cuando se desprenden, que de acceder a la felicidad cuando reciben.
Persigan la libertad, todo lo demás les vendrá con ello. Quien quiera mantenerse a salvo se irá a la ruina.
Al igual que todo aquello cuya existencia debe ser previamente probada, la vida que obedece a este tiempo tiene poquísimo valor.
Un orden antiguo subsiste en apariencia. En realidad, sólo está ahí para ser descrito en todas sus perversiones.

Esta sociedad funciona como un llamado incesante a la restricción mental. Sus mejores elementos le son extraños y ajenos. Éstos se rebelan en su contra. Este mundo gira alrededor de sus márgenes. Su descomposición lo excede. Todo lo que continúa viviendo vive en contra de esta sociedad.
Abandona el barco, no porque se hunda, sino para hacer que se hunda.
Quienes no comprenden hoy tienen ya desplegada toda su fuerza desde ayer, para no comprender. En su fuero interno, el hombre está al tanto del estado del mundo.
Todo se radicaliza. Tanto la estupidez como la inteligencia.
El Tiqqun desprende las líneas de ruptura dentro del universo de lo indiferenciado. El elemento del tiempo se reabsorbe dentro del elemento del sentido. Las formas se animan. Las figuras se encarnan. El mundo es.
Cada nuevo modo del ser arruina el modo del ser precedente, y es sólo entonces, sobre las ruinas del viejo, que el nuevo comienza. Y esto es llamado los “dolores del parto”, a fin de designar un período de grandes tumultos. Parece que el viejo modo del ser será arruinado dentro del mundo, algo que cambiará diversas cosas.
 
Un día, una sociedad intentó, por medios innumerables y repetidos sin cesar, aniquilar a los más vivos de entre sus hijos. Estos hijos sobrevivieron. Ahora desean la muerte de esta sociedad. No sufren de ningún odio.
Ésta es una guerra que no está precedida por ninguna declaración. Por lo demás, nosotros no la declaramos, la revelamos solamente.
Dos campos. Su desacuerdo yace en la naturaleza de la guerra. El partido de la confusión querría que no hubiera más que un campo. Lleva consigo una paz militar. El Partido Imaginario sabe que el conflicto es padre de todas las cosas. Vive dispersado y en exilio. Fuera de la guerra, no es nada. Su guerra es un éxodo, en el que las fuerzas se componen y las armas se descubren.
Dejen a este siglo los combates entre espectros. No se batalla contra los ectoplasmas. Se los aparta, para despejar el blanco.
En un mundo de mentira, la mentira no puede ser vencida por su contrario, sino únicamente por un mundo de verdad.
La complacencia engendra odio y resentimiento, la verdad aproxima a los hermanos.
“Nosotros”, en otras palabras nosotros y nuestros hermanos.
La inteligencia tiene que volverse un quehacer colectivo.
And the rest is silence.

RESPLANDORES
…Esto es un llamamiento. Es decir que se dirige a los que lo escuchan. No nos tomaremos la molestia de demostrar, de argumentar, de convencer. Nosotros iremos a la evidencia.
La evidencia no es, primero que nada, una cuestión de lógica, de razonamiento.
La evidencia está del lado de lo sensible, del lado de los mundos.
Cada mundo tiene sus evidencias.
La evidencia es lo que se comparte
o lo que parte.
A partir de lo cual toda comunicación vuelve a ser posible, deja de ser postulada, está por construirse.
Y eso, esa red de evidencias que nos constituyen, se nos ha enseñado muy bien a ponerlo en duda, a esquivarlo, a silenciarlo, a guardarlo para nosotros. se nos lo ha enseñado tanto que todas las palabras nos hacen falta cuando queremos gritar.
 
En cuanto al orden bajo el cual vivimos, todos saben a qué atenerse: el imperio salta a la vista.
Que un régimen social agonizante no tenga ya otra justificación para su arbitrariedad que su absurda determinación —su determinación senil— a simplemente durar;
Que la policía, mundial o nacional, haya recibido un pleno uso para poner en su lugar a los que se salgan de la raya;
Que la civilización, herida en su corazón, no encuentre ya en ninguna parte, en la guerra permanente a la que se ha lanzado, otra cosa que sus propios límites;
Que esta fuga hacia adelante, ya casi centenaria, no produzca ya sino una serie ininterrumpida de desastres cada vez más próximos;
Que la masa humana se ajuste a este orden de las cosas a golpe de mentiras, de cinismo, de embrutecimiento o de pastillas,
Nadie puede pretender ignorarlo.
Y el deporte que consiste en describir interminablemente, con una complacencia variable, el desastre presente, es sólo otro modo de decir: «Es así»; el premio a la infamia le corresponde a los periodistas, a todos aquellos que, cada mañana, hacen como si descubrieran nuevamente las inmundicias que constataron el día anterior.

Nosotros decimos que esta época es un desierto, y que este desierto se profundiza sin cesar. Esto, por ejemplo, no es poesía: es una evidencia. Una evidencia que contiene muchas otras. En particular la ruptura con todo aquello que protesta, todo aquello que denuncia y glosa sobre el desastre.

El desierto es el progresivo despoblamiento del mundo.
La costumbre que hemos adquirido de vivir como si no estuviéramos en el mundo. El desierto se encuentra tanto en la proletarización continua, masiva y programada de las poblaciones, como en el suburbio californiano, ahí donde la miseria consiste precisamente en el hecho de que nadie parece ya experimentarla.
Que el desierto de la época no sea percibido verifica aún más el desierto.
 
Algunos han tratado de nombrar el desierto. De designar lo que hay que combatir no como la acción de un agente ajeno y extraño, sino como un conjunto de relaciones. Han hablado de espectáculo, de biopoder, de imperio. Pero también eso se ha sumado a la confusión reinante.
El espectáculo no es una cómoda abreviación de sistema mass-mediático. El espectáculo reside de igual modo en la crueldad con la que todo nos remite sin cesar a nuestra imagen.
El biopoder no es un sinónimo de Seguridad social, de Estado benefactor o de industria farmacéutica, sino que se aloja gustosamente en el cuidado que prodigamos a nuestro cuerpo precioso, en medio de un cierto extrañamiento físico tanto de sí mismo como de los otros.
El imperio no es un tipo de entidad supraterrestre, una conspiración planetaria de gobiernos, de redes financieras, de tecnócratas y de multinacionales. El imperio está en todas partes donde no pasa nada. En todas partes donde ello funciona. Ahí donde reina la situación normal.
Ver al enemigo como un sujeto que nos hace frente —en vez de experimentarlo como una relación que nos tiene—, nos fuerza a encerrarnos en la lucha contra el encierro. Es el modo en que uno reproduce, bajo pretexto de «alternativa», la peor de las relaciones dominantes. En que uno se pone a vender la lucha contra la mercancía. En que nacen las autoridades de la lucha antiautoritaria, el feminismo con grandes cojones y las cacerías antifascistas.
Estamos tomando parte, en todo momento, de una situación. En su seno, no hay sujetos y objetos, yo y los otros, mis aspiraciones y la realidad, sino el conjunto de relaciones, el conjunto de flujos que la atraviesan.
Hay un contexto general —el capitalismo, la civilización, el imperio, como se quiera—, un contexto general que no sólo pretende controlar cada situación sino que, peor aún, busca que por lo general no haya situación. se han condicionado las calles y las viviendas, el lenguaje y los afectos, y después el tempo mundial que todo esto implica, con ese único finse actúa por todas partes de modo que los mundos se deslicen unos sobre otros o se ignoren. La «situación normal» es esta ausencia de situación.
Organizarse quiere decir: partir de la situación, y no recusarla. Tomar partido en su seno. Tejer en ella las solidaridades necesarias, materiales, afectivas, políticas. Es lo que hace cualquier huelga que se da en cualquier oficina, en cualquier fábrica. Es lo que hace cualquier banda. Cualquier maquis. Cualquier partido revolucionario o contrarrevolucionario.
Organizarse quiere decir: hacer consistir la situación. Volverla real, tangible.
La realidad no es capitalista.
 
La posición tomada en el seno de una situación determina la necesidad de aliarse y, por ello, de establecer ciertas líneas de comunicación, circulaciones más amplias. A su vez, estas nuevas ilaciones reconfiguran la situación
...
El nosotros que se expresa aquí no es un nosotros delimitable, aislado, el nosotros de un grupo. Es el nosotros de una posiciónEsta posición se afirma en esta época como una doble secesión: por un lado, secesión con el proceso de valorización capitalista, y por el otro, secesión, después, con todo lo que la simple oposición al imperio, por ejemplo la extra-parlamentaria, impone de esterilidad; secesión, por consiguiente, con la izquierda. Aquí «secesión» no indica tanto el rechazo práctico a comunicarse, sino una disposición a formas de comunicación tan intensas que arrebaten al enemigo, donde se establezcan, la mayor parte de sus fuerzas.

…Continúa en la web, http://tiqqunim.blogspot.com.es/2014/09/llamamiento.html

http://www.ajoblanco.org/blog/la-guerra-de-idoia-monton

*Foto: La tregua o Las lanzas/ Oli, acrílic i collage sobre lli / 89x162cm / 2017 

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