Para el 2020, La Escocesa impulsa por primera vez una plataforma continuada de formación e investigación sobre cuestiones relacionadas con la lateralidad y la obsolescencia, cuestiones que interrogan con una mirada crítica los grandes regímenes tecnológicos dominantes —que comportan subyugaciones de clase, de género y geopolíticas— e imaginan la práctica artística como alternativa. Esta plataforma, que se extenderá a lo largo de un año, se agrupará en bloques temáticos o altiplans: en palabras de Deleuze y Guattari, «una serie de momentos que vibran sobre sí mismos y que se desarrollan evitando cualquier orientación hacia un punto culminante y hacia un fin exterior».