Proyección de Viaje de un hombre solo (2014) y Los pájaros no tienen vértigo (2017), retratos realizados por el cineasta Jorge Peña Martín que profundizan en la capacidad de transformación del ser humano. 

El primero de estos relatos, se acerca al universo del pintor Plácido Romero que construye su nuevo estudio en el cual acogerá su nueva etapa de creación pictórica. La preparación del espacio como útero performático, y el vértigo de un nuevo lienzo en blanco, configuran un acercamiento íntimo al inquietante mundo de la gestación artística.  

En la segunda de las propuestas, y en un registro muy diferente al anterior, el cineasta se enfrenta a retratarse a sí mismo. Tras descubrir que siente acrofobia (miedo a la altura), indaga en su historia personal para tratar de entender de donde viene su nueva tara. A lo largo del proceso fílmico descubre que siente miedo a la exposición pública, con lo que decide enmascararse a través de un alter ego para llevar a cabo el filme. 

“Un poco de silencio y de distancia para saber que somos otros”. Con esta cita de Bertolt Brecht se inicia Los pájaros no tienen vértigo. Quizá en esta idea de cambio, de continua renovación vital, de eterna duda, de viaje misterioso hacia un desconocido, se enmarcan ambas películas.

Ambas piezas tienen un estrecha relación con el Centro de Creación La Escocesa. En el caso de Viaje de un hombre solo su protagonista, Plácido Romero, fue uno de los artistas residentes más activos en los primeros años de este espacio. Y en Los pájaros no tienen vértigo, una de las escenas más plásticas de la película fue filmada en una de las naves de este recinto.