La Escocesa es un centro artístico en desarrollo que se inscribe en un antiguo recinto industrial parcialmente convertido en ruina: el estado de algunos de sus espacios remiten al paso del tiempo y a las múltiples acciones que lo han ocupado, las efectuadas y las silenciadas.
Recreando ruinas parte de una premisa sencilla: los artistas residentes en La Escocesa, que forman parte de su apertura hacia el futuro, que construyen colectivamente un proyecto artístico a través de un espacio de convivencia, imaginan múltiples formas de recrear las ruinas que les envuelven. Reinterpretan, en este sentido, el potencial poético y temporal de la ruina y, al hacerlo, imaginan un futuro no advenido aún. A través de esta acción, se inscriben en la potencialidad artística que ya retrató Marc Augé en referencia a la ruina: los artistas, escribió, “presienten que incumbe al arte salvar lo que hay de más precioso en las ruinas y en las obras del pasado: un sentido del tiempo tanto más provocador y conmovedor por cuanto no es posible reducirlo a historia, por cuanto es consciencia de una carencia, expresión de una ausencia, puro deseo.”